La comunidad gamer está bastante enfadada con Ludwig Göransson

Todo viene tras agradecer a sus padres que, de chaval, le regalasen instrumentos en vez de videojuegos

Ludwig Göransson, compositor conocido por su trabajo en éxitos de taquilla como Black Panther y The Mandalorian, acaba de conseguir su segundo Oscar a la mejor música original por Oppenheimer en la 96ª edición de los premios de la Academia. Sin embargo, su discurso de aceptación suscitó un polémico debate en la comunidad de gamers.

En su discurso, Göransson agradeció que sus padres le orientaran hacia la música regalándole guitarras y drum machines en lugar de videojuegos. Aunque aparentemente inocuo, este comentario ha desatado una tormenta de críticas por parte de la comunidad gamer, que considera que con ese comentario se menosprecia su afición.

Uno de los argumentos que más apoyo tiene es que los videojuegos han producido algunas de las bandas sonoras más emblemáticas de los últimos tiempos, insistiendo en el hecho de que la música de los videojuegos es una forma de arte legítima que merece reconocimiento y respeto. Aunque sus declaraciones, en esta era de la insalvable crítica colateral, hayan suscitado polémica, también han abierto un interesante debate acerca de la intersección de la música, el arte y los videojuegos en la cultura contemporánea.

Los críticos del discurso de Göransson señalaron que su éxito en la industria musical no debería restar importancia a los videojuegos ni a los compositores de talento que trabajan en el ámbito de los juegos. A pesar de esta oleada de reacciones, el discurso de Göransson iba dirigido a arrojar luz sobre su proceso de colaboración y la profundidad emocional que aporta a sus composiciones. Reconoció la influencia de su esposa, Serena Göransson, violinista de talento, y agradeció al director Christopher Nolan que le invitara a trabajar en Oppenheimer.

Oppenheimer ganó el premio a la mejor película, además del de mejor director (Christopher Nolan), mejor actor (Cillian Murphy), mejor actor de reparto (Robert Downey Jr.), mejor fotografía (Hoyte Van Hoytema) y mejor montaje (Jennifer Lame). Los otros nominados fueron Jerskin Fendrix por Poor Things, Laura Karpman por American Fiction, John Williams por Indiana Jones y Robbie Robertson, galardonado a título póstumo por Killers of the Flower Moon.

Aprovechando el tema de las nominaciones a los Oscar, dejamos a continuación un extracto de una de las escenas de Poor Things, también nominada a mejor banda sonora y que, básicamente, es la definición del arte al servicio del arte.

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