Brian Eno y la versión mejorada de su famoso Turntable
El precio de cada unidad de Turntable II asciende a los 30.000 euros
El célebre músico inglés Brian Eno, pionero de la música ambiental, presentó una versión actualizada de su fascinante tocadiscos iluminado, bautizado como Turntable II, en la prestigiosa Paul Stolper Gallery de Londres, donde estuvo disponible para visitar hasta la semana pasada. Esta última entrega sigue el éxito de su predecesor, presentado originalmente en 2021, y supone otra innovadora incursión del prolífico artista en la intersección del arte y la música.
Turntable II conserva los elementos de diseño distintivos de su predecesor, compuesto por dos excéntricos círculos de metacrilato, uno de los cuales hace las veces de plato y el otro de base. Fabricados en acrílico translúcido, estos componentes están equipados con luces LED meticulosamente programadas para cambiar de color de forma independiente, creando una asombrosa variedad de "paisajes de colores" dinámicos. El juego de luces y sombras, facilitado por miles de diminutas perforaciones en el plástico, da lugar a cautivadores degradados y fascinantes efectos visuales.
La visión artística de Eno trasciende los límites convencionales de los dispositivos de reproducción de música, ya que Turntable II se transforma a la perfección en una obra maestra escultórica cuando no está girando discos. El precio, no apto para cualquiera, asciende a las 25.000 libras por unidad (que son prácticamente 30.000 euros), de las que solamente hay 150. Lleva la firma del artista y el número de edición grabados en la base, lo que añade un toque exclusivo a su ya de por sí cautivador encanto.
La progresión evolutiva de los colores, inspirada en las obras de luminarias como James Turrell y Piet Mondrian, está programada deliberadamente para desarrollarse de forma gradual e impredecible, reflejando los ritmos orgánicos de fenómenos naturales como el amanecer y el atardecer. Esta “aceptación deliberada de la aleatoriedad y la complejidad”, tal y como la expresa el propio Eno, subraya la fascinación del artista por la interacción entre la simplicidad y la complejidad emergente, un tema que ha impregnado sus esfuerzos creativos a lo largo de su extensa carrera.