La importancia de hablarse bien

Mi psicóloga me dice que tengo que tener cuidado a la hora de hablarme, que tengo que hacerlo con amor, cariño y respeto. Y yo ya lo sabía, aunque tengo que reconocer que no lo ponía en práctica, pero lo sabía porque un día, no recuerdo cuál, una de mis personas vitamina me hizo reflexionarlo. Y ahora lo haré yo contigo.

Quiero que pienses en alguien a quien quieras mucho, puede ser familia, pareja, amigo, animal, eso no importa. ¿Lo tienes? Bien. Déjalo apartado en un rincón de la memoria unos minutos.

Ahora quiero que pienses en cómo te hablas. ¿Te dices qué imbécil eres, siempre le vas detrás? ¿O joder, siempre te pasa lo mismo, eres gilipollas? Te suena haber escuchado tu voz interior diciendo te pasa por idiota, ¿para qué le contestas? Reprimendas, reproches e insultos constantes. ¿Cuánto te identificas con las frases de arriba? Yo, ahora, cada vez menos, pero antes muchísimo.

Recupera a esa persona en la que has pensado antes y respóndeme a algo ¿le hablarías así? ¿Le dirías a tu amiga que es una gilipollas de mierda por contestar un WhatsApp? ¿Le dirías a tu padre que lo que le ha pasado en el trabajo es por imbécil y que se lo merece? ¿O a tu pareja que si sus amigos le han fallado se debe a que es un completo inútil que siempre confía en quién no tiene que hacerlo? Apuesto a que no lo harías, recuerda que estamos hablando de gente por la que sientes amor, quizás alguno de estos ejemplos no sean válido en tu caso. Pero si la respuesta es sí, y espero que no, tendría que darte el número de mi psicóloga.

Ahora, pon a trabajar ese cerebro, si no le hablas así a las personas que quieres y que te importan ¿Por qué lo haces contigo? ¿Por qué hablas así de ti mismo? La respuesta es obvia. No te quieres, no te respetas y no te pones en valor. Y es hora de empezar a hacerlo.

Empieza a cuidarte. Empieza a perdonarte. Empieza a permitirte equivocarte. Si le has hablado a esa persona a la que prometiste y juraste que no le hablarías más, no te machaques, no te insultes, háblate bien e intenta no volver a hacerlo. Si algo no te ha salido bien en el trabajo no eres inútil, ni incompetente, puede que hayas tenido un mal día y mañana salga mejor.

Eso sí, no machacarse no significa justificarse. Hay que avanzar, crecer como persona, madurar y ser cada día un poco mejor que el anterior, pero hablándonos bien, diciéndonos palabras bonitas y animándonos como lo haríamos con las personas que queremos.