Entrevista a Juancho Marqués

Acaba de lanzar ‘Canciones sin videoclip Vol. 1’, volviendo al género con el que empezó todo: el rap

Si algo ha dejado claro Juancho Marqués en todos estos años es que no juega según las reglas del manual. Su música no sigue tendencias, las revienta. No es un rapero al uso, ni un cantante melódico de playlist chill: es un híbrido sonoro que ha aprendido a moverse entre géneros sin pedir permiso. Del underground a los grandes escenarios, de la crudeza del verso al estribillo pegadizo, su evolución ha sido más un experimento que una estrategia. Y en su último trabajo 'Canciones sin videoclip Vol. 1', Juancho ha decidido dar un paso atrás y volver a sus raíces, centrando la atención en lo más puro del rap: las letras. Aquí, no se trata de armonías o instrumentales complejos, sino de las barras, de los versos que raspan la piel, de la palabra como fuerza primordial. ¿Cómo se gestiona una carrera sin mapa?  Hoy nos lo cuenta él mismo.

El leitmotiv de este álbum es que has decidido hacer un back to the basics, ¿verdad?

Yo ya pensaba hacerlo antes de 'Paraíso 39', que fue el anterior disco que saqué. Lo que pasa es que ese álbum acabó existiendo porque vino la pandemia de por medio y esto nos llevó a encerrarnos en Galicia en una casa. Como estaba rodeado de un montón de músicos, pues salió otro tipo de disco. Pero mi idea era la de hacer un disco de rap y lo de back to the basics, como dices tú, ya lo tenía en la cabeza antes de esto. Tenía ganas de volver a hacer cosas más raperas, tenía ganas sobre todo de poner un poco la letra en el foco, más que la música. Esto es así por dos cosas. Una, por un sentido natural de mi evolución dentro de la música. Es decir: durante mucho tiempo ya partía de ahí, pero pasó que fui acercándome a otras cosas de las que me apetecía aprender. Juntarme con gente de diferentes estilos, acercarme más a gente con formación musical o más instrumentistas, o gente que entendiese más de armonía, con el objetivo de aprender y evolucionar. El segundo motivo es que también sentía que había llegado un punto en el cual me había centrado más en esa búsqueda que en lo que realmente quería contar. También creo que es una respuesta a la tendencia cultural porque, cuando empezamos nosotros había un exceso de información en cuanto a contenido. Y ahora creo que ha pasado al contrario, la ausencia de contenido también se ha acabado convirtiendo en algo excesivamente banal y superficial. Y siempre me gusta definirlo como que en la música hay una Mcdonaldsización. Puedes comer Mcdonald's y estar de puta madre. Si comes todos los días acabas hasta los cojones y te dan ganas de vomitar.

¿Cuánto tiempo pasó desde que planteaste este álbum hasta que lo finiquitaste?

Pasa bastante tiempo porque estos procesos son largos. Mira, yo creo que una de las primeras canciones que hice fue ‘No cuesta nada ver claro’, y de eso hace tres años, ¿sabes? Fíjate que el no hacer videoclip me ha simplificado algo las cosas, pero aun así, dentro del punto de vista artístico, ojalá tuviésemos la facilidad de decir: “hago una canción y la saco”.  Fíjate que 'Paraiso 39' fue más tedioso aún en cuanto a tiempos pero ahora mismo también me pasa que, aun habiendo sacado este álbum hace nada, ya estoy pensando en lo siguiente.

¿Cuál es tu truco para mantener la concentración y escribir directamente en el estudio, sin necesidad de planificación previa? ¿Utilizas el móvil, ordenador, libreta…?

Hace tiempo que escribo con notas del móvil y desde hace 6 o 7 años no me llevo nada escrito. Todo es fruto de lo que salga en el momento, en un rato allí, todas las escribo en el momento. Cuando era más joven tenía menos preocupaciones e iba por la calle pensando en frases, rapeando mentalmente cosas y surgían más ideas. Ahora, claro, con el paso de los años y las responsabilidades, como que a veces pienso más en: “joder, se me ha olvidado poner la lavadora” o “tengo que pagar esta factura”, más que pensar en apuntar una idea. Aun así, siempre voy al estudio intentando dejarme llevar por lo que empezamos a componer, por la armonía que construyamos, por el tipo de rítmica o por lo que me apetezca hacer. Creo que es una de mis mayores virtudes.

Parece que estás tomando un enfoque consciente de desmarcarte de lo convencional. Nada de videoclips, y me imagino que también le estás dando la espalda a TikTok, ¿no? ¿Eso significa que en algún momento estuviste más pendiente de esas cosas y, al final, te cansaste tanto que decidiste hacer justo lo contrario?

Un poco sí. Es que el tema de lo visual juega un papel importante en esto. En mi proyecto anterior estuve 4 o 5 años para sacar la pieza de ‘Los Ojos del Nativo’, que fue una locura, una sonata de casi 10 minutos en Dolby Atmos, con audio 360. Con eso, por ejemplo, acabé un poco quemado, porque lo visual y todo lo que no tiene que ver con hacer una canción no me motiva tanto. A mí lo que más me gusta es estar en el estudio, imaginarme la letra, de qué hablar, cómo la va a recibir la gente. Esa sensación de crear es lo que me flipa. Lo demás, todo lo relacionado con comunicar la canción, lo veo más como la parte tediosa del trabajo. Si pudiera, simplemente haría las canciones y las subiría tal cual, sin todo lo demás. Pero entiendo que es importante darles un sentido y comunicarlas.

¿Hay algún momento en el que realmente sientas que necesitarías dejarlo todo atrás, aunque sea por un tiempo?

Es algo que me pasa bastante, lo pienso mucho. De hecho, a veces en el mismo día cambio de idea. Si pudiera, seguramente lo haría: desaparecer durante un par de años, tener lo suficiente para vivir, y saber que cuando regrese la gente estaría expectante. Pero la realidad es que no estoy en ese punto. Sé que tengo un buen número de seguidores, gente que me ha acompañado durante años. Tengo la suerte de poder vivir de esto, pero no estoy en la posición de decir 'hasta luego' por dos o tres años, como puede hacer alguien como Adele, y luego regresar para hacer tres conciertos y seguir viviendo de eso. Yo no puedo hacer eso. Y no solo por mí, sino porque hay gente que depende de mí. Si no hago gira, no cobran, y si no compongo, tampoco generan ingresos. Al final, esa responsabilidad es lo que me empuja a seguir adelante, no solo por mí, sino también por toda la gente que trabaja conmigo

Desde que empezaste hasta ahora, la cantidad de gente que te ha conocido y que te sigue… Eso no desaparece así como así. Entiendo lo que dices sobre que hay más gente en el mismo círculo, pero, no sé, a veces creo que puede ser que tengas más miedo del que realmente es.

Ya, pero luego al final también hay una tendencia de que... Primero están las cosas incontrolables, como el tema de los algoritmos, etc. Luego está el hecho de que la gente se desconecte, que al final hay gente que te escucha un tiempo y luego desaparece. ¿No te ha pasado a ti que escuchabas a grupos y de repente desaparecen, y cuando vuelven ni te enteras? Y cuando lo comunican, ya ni te has enterado. Hay veces que pasa eso. Además, hay estrategias de grupos que desaparecen y luego vuelven y les sale bien, y otros que se quedan parados y se mueren. Es difícil, porque antes había muchísima menos oferta musical. Ahora mismo hay un sobreabastecimiento.

Mucha gente ahora hace música pensando en lo que va a durar en TikTok o en cómo hacer que se quede en la cabeza de la gente. Bueno, lo de siempre. ¿Tú lo notas enseguida cuando alguien hace música con ese enfoque

Sí, sí. 100%. Además, esto es de lo que más observo. Siempre lo digo, lo repito, y lo seguiré diciendo toda mi vida. Me importa mucho entender por qué las personas hacen lo que hacen. Por eso, tal vez, me atraía tanto la sociología, porque al final es algo que miro tanto en los demás como en mí mismo. Lo que noto es que mucha gente hace música pensando en obtener reconocimiento o feedback, o sea, lo que buscan no es algo artístico, sino algo diseñado, algo que tiene como objetivo un resultado. Y para mí, el arte no busca un resultado; busca transformarte a ti mismo, o algo que surge de un lugar mucho más profundo, al mismo tiempo que genera interrogantes. No lo haces pensando en "molar", lo haces porque te nace. Mi enfoque es: primero, hacemos una buena canción, y luego ya veremos cómo la comunicamos. Y si no la entienden, pues no pasa nada. Entiendo que algunas canciones se hacen para divertirse, incluso entiendo que a veces se pueden hacer cosas comerciales; yo también las he hecho. Pero no tiene que ser el eje de mi música.

Hablando de cómo te influyó Sociología y que, de hecho, te metiste en la movida del rap gracias a un colega que conociste en la carrera… ¿Sigues sintiendo que lo que aprendiste en Sociología te influye en cómo ves las cosas, aunque hayan pasado tantos años?

Sí, definitivamente, Sociología me marcó la vida. Pero, al mismo tiempo, no hace falta haber estudiado Sociología para tener esa perspectiva. Lo que realmente diferencia a las personas es la forma de mirar las cosas, la observación y las ganas de aprender. Lo más importante es no creerte dueño de la verdad absoluta y mantener siempre esa mentalidad de alumno, no de maestro. Hay gente joven que sabe cosas que yo no sé, y siempre escucho. La clave es mantener esa posición, porque nunca dejas de aprender. Cuando crees que lo sabes todo, es cuando te equivocas.

Tú que eres muy honesto con tus letras, que al final es una forma muy jevi de exponerte, ¿has sentido en algún momento que esa vulnerabilidad o exposición te ha llegado a incomodar?

100%. Mismamente enfrentarte a ciertos discursos con tu familia, por ejemplo. Yo era una persona que tampoco era, quizá, muy comunicativa a nivel emocional. Con los años eso lo he mejorado, pero ya había muchas cosas que no contaba y mi familia se enteraba por las cosas que decía, ¿sabes? Lo que pasa es que igualmente con los años ya lo normalizas, ya al final estás acostumbrado a ello. Hay una parte también que con el tiempo aprendes un poco el truco, que si hay algo que duele más o que quieres que sea menos obvio, pues a lo mejor lo vistes con una metáfora.

¿Cuántos años hace de tu primer concierto?

19.

¿Cómo ves la media de edad de tu público? ¿Yo veo que hay una renovación notable de generaciones dentro de tu audiencia?

Totalmente. De hecho, cuando empecé, me llamaba la atención que había muchos menores. Al principio me inquietaba porque buscaba la aceptación de la gente mayor, de los que eran más grandes que yo. Siempre he admirado a la gente con más experiencia, como mi hermano mayor. Tenía esa necesidad de ser reconocido por personas mayores, pensando que la sabiduría venía con la edad. Pero con el tiempo me di cuenta de lo ingenuo que era. Yo también era joven y tenía esa obsesión de ser validado. Ahora ya no me importa tanto. De hecho, me gusta escribir letras que puedan ser escuchadas por cualquier rango de edad. No se trata de simplificar el mensaje, sino de poder conectar con personas de distintas edades.

Si hoy tuvieras este álbum y tuvieras que empezar desde cero, sin todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cómo empezarías a compartir tu música? ¿Cómo llegarías a la gente, cómo empezarías a tocar en directo? ¿Te has planteado alguna vez cómo lo harías en ese caso?

Nunca me he puesto en esa situación, la verdad. Este álbum es el resultado de todo lo que he vivido antes, así que es complicado imaginarme empezando desde cero. Pero si lo hiciera sin saber lo que sé ahora, seguramente no lo habría hecho de la misma manera. Probablemente habría cometido un montón de errores más. La verdad es que esto es un proceso de ensayo y error. Cada decisión que tomas se basa en los aciertos que has tenido y en intentar evitar los errores del pasado. El disco, en sí mismo, habla de eso, de cómo cada uno es una consecuencia de lo que ha vivido. Como en el primer single, cuando quemaba recuerdos, regalaba discos de oro... No es destruir por destruir, sino entender que todo eso forma parte de mi camino. Lo importante no es lo material, sino lo que he vivido y cómo me ha llevado hasta donde estoy. El discurso del disco está completamente influenciado por mi pasado.

Y sobre el nombre del álbum, Canciones Sin Videoclip Vol. 1, entiendo que hay planes para un segundo volumen, o incluso más, ¿no?

Sí, exactamente. Lo dejé abierto porque no sé cuántos volúmenes van a salir. De hecho, entre el ‘Canciones sin videoclip Vol. 1’ y el siguiente, en unos tres o cuatro meses quiero sacar un EP. Al principio pensé en incluirlo dentro de ‘CSV’, pero el EP tiene un rollo más divertido, más rapero, y no encajaba tanto con la vibra del disco. Justo ayer, hablando con el director creativo y el director de arte, decidimos que el EP no llevará el nombre de ‘Canciones sin videoclip’. Será algo más corto y con otro enfoque, pero igual sigue ligado a lo que hago. En cuanto a ‘CSV Vol.2’, ya tengo dos o tres canciones medio desarrolladas, y de hecho ya tengo la intro lista, pero no quiero ponerme plazos. No quiero apresurarme. Aún tengo mucho que contar y quiero hacerlo bien.

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